SOCIEDAD
En un principio el diario argentino La Nación había elegido para su edición en Internet el confuso nombre La NaciOn Line, una de cuyas lecturas (sugerida por el color y las mayúsculas) era la inaceptable "La Naci On-line", y la otra (según el espaciado) "La Nación Line", que no significaba nada. Por todo eso el diario en Internet reemplazó recientemente su viejo nombre por La Nación.com.
Ahora debería ser el turno del canal de televisión por cable The History Channel, cuyas iniciales coinciden escandalosamente con la abreviación de una molécula muy apreciada por el ser humano, que sólo puede ser obtenida de las flores de una planta cuya situación legal se ha visto complicada en el último milenio en casi todo el mundo.
Sin embargo, por lo que se ve en las fiestas privadas que por algún oscuro motivo televisan en el mismo canal, en las que directivos de la empresa beben y transpiran profusamente junto a gerentes de empresas anunciantes, acompañados por mujeres exhuberantes y presenciando denigrantes espectáculos a cargo de otras mujeres exhuberantes, ninguno de ellos parece propenso al consumo de la molécula homónima del canal sino por el contrario, se muestran mucho más dados al alcohol y a otras sustancias excitantes del sistema nervioso central.
Por todo eso, mejor será que cambien su nombre por History Channel, The History Planet o cualquier otro nombre, siempre que sea elaborado mediante un brainstorming de 50 especialistas de todo el mundo con antropólogos, diseñadores de moda, cool hunters y drogadictos, como se hace en toda empresa seria.
lunes, enero 16
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