La oportunidad ganada

SOCIEDAD

Ya hemos hablado aquí alguna vez acerca del maravilloso arte de perder oportunidades. Según dicen los expertos, el universo tiene un mecanismo similar al que utiliza Google para calificar el valor de su contenido y de su publicidad: cuando más funciona un elemento, el sistema le da más chances de supervivencia (el elemento siempre es algo externo al sistema, en este caso una empresa o particular, pero que se hace interno en el momento de participar en la base de datos del sistema); mientras que cuanto peor funciona el elemento, menos chances de supervivencia le dará el sistema. Se trata de un mecanismo polarizador, y generador de una fuerza similar a la centrífuga pero virtual, que arrastra a los objetos hacia el extremo de la prosperidad o hacia el de la indigencia, y que organiza todo el universo de una manera sencilla y efectiva.

Cada vez que una persona aprovecha una oportunidad que solía pasar desapercibida, notará que el universo le ofrece en poco tiempo dos o más situaciones similares que podrían conducirlo por un camino novedoso, pero que usted seguramente volverá a desaprovechar para seguir siendo el mismo de siempre, hasta que un leve cambio de humor un día lo haga desaprovechar más oportunidades y así comenzar un descenso cada vez más rápido hacia el extremo de la decadencia.

La clave consiste, como siempre, en realizar un movimiento sutil: no se trata de aprovechar las oportunidades (lo cual nos llevaría a un extremo de prosperidad tan inevitable que se sentirá frustrante y vacío como el más rotundo fracaso), pero tampoco de ignorarlas. En el momento en que las reconocemos, se desactiva el mecanismo universal que nos quita puntaje, mientras que al no aprovecharlas, también queda sin efecto el mecanismo que nos lleva al triunfo ciego. De esta manera habremos adquirido la capacidad de movernos libremente a través del campo de las probabilidades. Como siempre, la clave es estar atentos a lo que nos rodea.