El dia que las ratas hablaron

UN DIA COMO HOY, DE LOS ARCHIVOS SECRETOS DEL ETER

El 20 de diciembre de 1932, el lingüista argentino Rubén Calvo reveló a la prensa que había desarrollado la habilidad de comunicarse con las ratas. Le bastó una única demostración en la Facultad de Medicina para convencer inmediatamente a toda la comunidad científica así como a una gran parte de la opinión pública local.

Los juristas del país no tardaron en coincidir en que, dado el nivel de complejidad que se apreciaba en el lenguaje de las ratas, ellas merecían beneficiarse con algunos de los derechos y responsabilidades con los que cuentan los ciudadanos de raza humana, al menos los de las clases más bajas.

A partir de entonces cada vez que se iniciaba una construcción edilicia en la Ciudad de Buenos Aires, Rubén Calvo era convocado para hacer de intermediario en una ardua negociación con los roedores, que exigían el traslado a un nuevo terreno que debía cumplir con una estricta serie de condiciones.

Calvo fue hallado muerto en su departamento de la calle Alvear a mediados del '33. Nunca se supo bien, pero decían que en las venas tenía veneno para ratas. Había llegado a escribir un borrador de diccionario roedor-humano, pero el manuscrito quedó abandonado durante tantos años en un desván de su departamento que cuando lo hallaron, sólo quedaba una parte insignificante: las ratas habían hecho su trabajo.