SOCIEDAD
Tanto terroristas como ambientalistas se hallan frente a una difícil disyuntiva: "¿Hasta qué punto tiene sentido lo que hago?", se preguntan consternados ahora que un tsunami en la India, una tormenta en New Orleans, un incendio en Gran Bretaña e incluso meros accidentes como una bengala en un boliche de Argentina (accidentes que surgen con la gracia y espontaneidad de una flor que abre su capullo, sin necesidad de logística ni entrenamiento previo) dejan a sus operativos, en perspectiva, como una torpe bravuconada.
En cuanto a los ambientalistas, luego de tanto bregar por el rescate de una u otra especie ignota que ya no juega ningún papel en el juego de la vida, ahora ven cómo la Naturaleza se dispone a crear tantas como sean necesarias, con el mismo gesto indolente y como distraido que ha llevado desde siempre a los científicos a pensar que se trata simplemente del azar.
lunes, diciembre 12
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