MODA Y TENDENCIAS
La espiritualidad siempre estuvo ahí, ya que, en vez de seres humanos que tienen experiencias espirituales, somos seres espirituales que tienen una experiencia humana.
Eso lo decía Teilhard de Chardin hace 80 años y hoy en día lo repite cualquier futbolista más o menos experimentado con la prensa. El título de una entrevista al líder de la Bersuit aparecida en Clarín la semana pasada era algo así como: "tenemos que aprender a ablandar el ego".
La pregunta que debería hacerse un medio de información electrónico responsable como éste es: ¿por qué hoy la espiritualidad está de moda? Así que la pregunta ya está hecha.
Los pasos que deberíamos seguir para estar en armonía con esta corriente que tiene sus raíces tanto en la cultura oriental como en las culturas indígenas, la física cuántica, la filosofía alemana y francesa y se proyecta hoy en el new age, yoga, tai chi, huxley, castaneda, zen, meditación, chakras y demás, son muy simples. Se trata, básicamente de:
- no tomarnos tan en serio, lo cual sería equivalente a reconocer a nuestro ego como una construcción artificial de nuestra identidad por la que no vale la pena sufrir excesivamente.
- comprender que todo se trata de circuitos de energía que fluyen de un lado a otro, y que si alguno de esos circuitos se traba, las cosas no van bien.
- practicar constantemente el desapego, para fortalecer nuestra independencia.
- responsabilidad: practicar constantemente la atención hacia nosotros mismos, hacia lo que hacemos y sus consecuencias.
- ir expandiendo constantemente la conciencia de manera de comprender las cosas cada vez con mayor amplitud, desde mayor cantidad de ángulos: acelerar concientemente nuestra madurez.
- practicar constantemente un repaso de nuestras acciones y de nuestros vínculos con el mundo.
- comer manzanas.
- adquirir conciencia del momento presente.
- no juzgar (complementando con la práctica de juzgar al propio juicio).
- por momentos no pensar: permitir que la comunicación con el mundo se produzca no sólo a través de la razón, sino de múltiples niveles físicos y emocionales.
- permitir a la fuerza de la naturaleza que se exprese con toda su creatividad a través de nosotros: permitir que las innovaciones se produzcan como se vinieron produciendo a través de la evolución a lo largo de millones de años, pero mucho más rápido ya que nuestro cerebro ha condensado todo ese tiempo en sus circuitos y creó un modelo virtual de la naturaleza para que nosotros (seamos quienes seamos) lo procesemos y asi produzcamos una nueva instancia de evolución: un nuevo nivel de entendimiento, una nueva realidad, en la cual quizás luzcamos translúcidos y resbaladizos.
Ahora sí, entonces, ya estamos en condiciones de comprender algunas de las revelaciones que nos ofrecen las modelos en las entrevistas que les hacen.
miércoles, abril 13
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