sábado, abril 30

Todas las sociedades son virtuales

EDITORIAL

Sumido en el vapor del éter, surgen en mi mente distintos vínculos dispersos que repentinamente se amalgaman en un mensaje claro.

1. "La ciencia y su carrera por reproducir sociedades virtuales cada día más reales" (29 de abril, Clarín.com)

2. "Ahora Internet, así como las nuevas tecnologías en general, pueden servirnos como metáforas o espejos para analizar las propiedades ocultas de nuestra propia esencia humana" (25 de abril, Reportes del eter)

3. "No hay ni un principio ni un fin, necesariamente" (9 de abril, Reportes del eter)

4. "Si la materia es sólida para la materia, la información también es sólida para la información. Cada uno de los campos es real por sí mismo y tiene al otro por virtual" (...) "La Ciencia se limita a describir las leyes de los campos que podemos percibir, a los cuales llamamos energético y material. Otras posibilidades son cubiertas solamente por la mística, que se cristaliza de tanto en tanto en religión. Algunas ciencias modernas (sobre todo luego de la irrupción del excéntrico Albert Einstein) se atreven a inferir la existencia de uno o más campos adicionales, en uno de los cuales se desarrollaría nuestra capacidad de sentir, la cual hasta hoy, a pesar de manifestarse tanto en la materia (fibras nerviosas) como en la energía (señales eléctricas) no pudo hallarse en ninguno de los dos campos conocidos y bien podría pertenecer a un tipo de realidad que posiblemente nunca podamos comprender, ya que se trataría de la propia fuente de nuestra conciencia" (abril 1954, Reportes del eter –no hay vínculo on-line disponible)

5. "Hay muchos niveles de Dios. Nuestros dioses más directos son nuestra Madre Tierra y nuestro Padre Sol. Ambos son Dioses de forma inseparable, ya que no podríamos vivir sin alguno de los dos. Una representa la femineidad mientras que el otro, la masculinidad. En el siguiente nivel, hacia arriba, hay un Dios más absoluto que es el creador del Universo, de la materia y de la energía. Luego hay otros dioses por encima de él, pero ya no tiene mucho sentido para un ser humano mantener una relación con ellos. Por debajo de la jerarquía de la Tierra y el Sol, el Dios más importante para los humanos es el Reino Vegetal (la madre Naturaleza del que todos los animales somos hijos). Y transversalmente, por entre todos esos Dioses, existen los dioses que no están hechos de materia ni de energía, que son los códigos que representan las distintas facetas que se manifiestan en el mundo: el Dios de la Ira, el de la Envidia, el de la Fuerza, el de la Diplomacia, el Dios de la Cara, el de los Ojos, el de los Mamíferos, el de los Humanoides, y entre todos ellos está el más importante para nosotros, que es el Dios del Amor." (mayo 1922, Tulio Cardenali, teólogo italiano)


No creo que sea necesario escribir aquí mis conclusiones. Más bien supongo que el lector sacará unas más interesantes. Simplemente déjenme decir que las sociedades virtuales que Clarín anuncia en el primero de los vínculos que surgieron en mi mente en orden inversamente cronológico, podría referirse a la creación de un nuevo nivel de existencia, sobre el cual nosotros seríamos los dioses, toda una sociedad de dioses humanos, tan imperfectos y violentos como ya sabemos que somos, creando una nueva sociedad a su imagen y semejanza. En este caso es importante destacar que nuestras intenciones formales, las que expresamos públicamente, son bondadosas (ningún científico anuncia a los medios que quiere hacer el mal, ni siquiera lo admitiría ante su equipo de trabajo) por lo tanto, si bien el mundo que crearemos seguramente expresará nuestros defectos más desagradables (como ya han invadido ampliamente el territorio virtual de Internet) también tendrá sus leyes formales que tenderán a hacer de ellos seres mejores que nosotros. Que así sea.

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