lunes, abril 25

Sobre la constante impostación de la existencia

CORREO DE LECTORES

Yo tengo muchos nombres. A veces, cuando me conviene, me presento como el Cielo y la Tierra, los dos juntos. Otras veces soy la especie humana. En algunas circunstancias especiales, en cambio, soy Ricardo López, pero a veces soy sólo mi corazón, que es traicionado por mi cabeza, y otras veces soy mi cabeza, que se deja llevar por este corazón.

A veces creo que soy mis pensamientos, y entonces mi vida ya no vale porque ésos no son nada, ni siquiera son míos. Lo que mejor me sienta, me parece, es entender que soy el que está justo detrás de todo, el que puede cambiar ligeramente el rumbo de las cosas, el que verdaderamente puede elegir a dónde ir, aunque sea con mucha dificultad, pero entonces no soy lo que siempre suelo considerar que soy, y mi mundo no es éste el de Ricardo sino una enredadera de emociones por la cual camino como un bicho.

Ricardo


R del E:
Muchas gracias por tu carta, Ricardo. Lo tendremos en cuenta.

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