Mediante un moderno "algoritmo de cluster multivariante", los profesores de marketing Fader, Eric T. Bradlow y Jeffrey S. Larson llegaron a las siguientes conclusiones:
Los clientes de los supermercados no recorren todos los pasillos, un patrón que se pensaba era dominante.
Cuando entran en un pasillo, no es habitual que lleguen hasta el final. Hacen "pequeñas excursiones, entran y salen".
Prefieren seguir un recorrido en el sentido contrario a las agujas del reloj. Suelen comprar más rápido cuando se acercan a las cajas. El comportamiento obedece más a su ubicación en el supermercado que a la mercancía que tienen delante de sus ojos.
Ahora sólo haría falta que alguien se dedique a estudiar el comportamiento de dichos profesores.
Fuente: Universia (¿?) para Clarín.com
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