Sobre el Misterio

CORREO DE LECTORES

En respuesta a la carta de lectores del filósofo Carmelino Costa sobre el Mensaje, quiero manifestar mi rotundo desacuerdo. Pero escúcheme, por favor, ¿cuál puede ser el sentido de la incansable epopeya humana si no es precisamente el intentar con ahínco, en cada segundo de la existencia, acercarse aunque sea un milímetro más al origen del Gran Misterio? ¿Y qué otra cosa pueden ser los Mensajes a los que alude el tal Costa si no las sutiles pistas que nos ofrece el Misterio desde sus profundidades para que podamos acercarnos a él? ¿De qué serviría cada vida si no fuera por su curiosidad y por su afán de hallar esa respuesta? Podría coincidir con Costa en que quizás la búsqueda de este misterio es ante todo individual, pero quizás ahí radique la diferencia principal entre mi posición y la de Costa: él dice que hay que hacer de cuenta que no escuchamos el mensaje, y yo creo que debemos asumir el mensaje y que tenemos que hacer de cuenta que el ideal es posible. Ninguno de los dos estamos en lo Cierto, él porque pretende ignorar los hechos y yo porque pretendo la realizabilidad de un ideal, pero no se trata de lo Cierto sino de la Moral que elijamos para nosotros mismos, o bien la Orientación que elijamos dentro de la esfera de posibilidades que nos rodea.

Pedro Villalba, taxista