GRANDES MISTERIOS
Cualquier observador atento de la naturaleza sabe muy bien que todo es memoria, porque cada proceso que ocurre en cualquier nivel del Universo, deja una huella. Y después siempre aparece alguien que lee esas huellas y que las incorpora. La información se va procesando en todos los niveles, se incorpora al ADN, se traduce del movimiento al color, que se combina con la estructura y así crecen los organismos, las sociedades y las taras.
La conciencia nos rodea por doquier, pero el conocimiento fluye a través de nosotros sin que nuestra conciencia convencional humana sea capaz de comprender casi absolutamente nada. Cada célula de una planta hace cálculos estadísticos de acuerdo a la memoria de su historia y así prevé las condiciones que le esperan. La parte pensante de nosotros se considera a sí misma inteligente, pero olvida con frecuencia lo descomunal de la inteligencia que nos rodea y de la que formamos parte. ¿Por qué nuestra conciencia permanece aislada de ese conocimiento? ¿Por qué hay que recurrir a Libros y Universidades para comprender cosas que existían antes que ellos? Son algunas de las preguntas que intentan responder los hombres de ciencia en estos mismos días.
lunes, mayo 30
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